Ese cielo lanza brazos invisibles hacia mi
¿Quién celebra hoy en día su santo a parte de los pepes, jorges (tener fiesta cada san Jorge marca mucho…), águedas…? En realidad yo estuve durante años buscando mi nombre en los calendarios santeros sin encontrarlo. Queda claro que Adriana no es un nombre bíblico y que quizá nunca ninguna tocaya mía fue lo suficientemente buena para que la canonizaran. Tendré que hacer méritos para ser la primera…
El caso es que mi abnegado padre siguió buscando y, según él, lo encontró. El día 5 de marzo, festividad señalada en esta ventilada ciudad, aparecía en un roído calendario como “Santa Adriana”.
No sé si yo tengo el perfil de una diosa griega, pero desde luego mi nombre si lo tiene. Ariana o Ariadna era considerada como el prototipo de la feminidad y del trabajo, una especie de “beata”(feliz) de la antigua Grecia. Significa santísima o castísima. Mira por donde que me gustaron todas estas definiciones y voy a terminar apropiándomelas...
Y llegó el día 5 y mi santa debió de revolverse en su santuario porque casi nadie se acordó de mentarla. Estamos en época de crisis; crisis económica, crisis de valores, crisis sentimental y los santos ya no son lo que eran. Digo casi nadie porque la vida siempre se guarda alguna bala en la recámara y de vez en cuando dispara. Santa Adriana disparó, e hizo un triple 20 en mi diana particular. Gracias, no puedo decir mucho más, hubo tiempos en los que aún cantábamos.
Cambiando de tema, ayer seguí con mi aprendizaje musical particular. Bebiendo de mis amigos y robándoles momentos aptos para una media sonrisa, como siempre. Llega un día en el que no te apetece especialmente pelear con las estrellas y simplemente te dejas llevar. Y si encima te enseñan que esta noche es ’la’ noche, o que mañana puede ser un buen día, pues mejor que mejor.
"Cuando escapas de la rutina descubres que todo es relativo. Además tú eres buena tía y tía buena..."
Me decía ayer una amiga desde otras latitudes. Tendremos que hacerle caso.
Todos estamos en el mismo barco y en definitiva, aunque cada uno tenga sus puertos particulares, navegamos bajo la misma ciercera. Hoy prometo bajarme en vuestro puerto y ecomendarme a estos planetas.
(Muy escatológico, si señor...)
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Smi-bruji -
Smi-bruji -