EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DE BERNARD PLOSSU.
En el Palacio de Montemuzo, C/ Santiago Nº 34, podemos contemplar una excelente exposición fotográfica de Bernard Plossu, considerado uno de los mejores fotógrafos de exteriores del mundo.
En dicha exposición encontramos fotografías desde el año 75 hasta el 2004 distribuidas en 3 salas diferentes y en 2 tipos de formatos; un formato pequeño de 7,5 x 11.4 y otro un poco mas grande de 18 x 27.Se trata de imágenes siempre de exteriores tomadas con cámara analógica y en blanco y negro, enmarcadas en finos contornos de madera cuya única función es dar uniformidad a la exposición sin quitar un ápice de protagonismo a las fotografías.
El ambiente en las salas es muy cálido, tanto en lo que a temperatura se refiere como en cuanto a luces y atmósfera creada.
En la exposición destaca la calidad del positivo y la máxima delicadeza con la que se cuida el sistema de zonas (escala de gamas desde el negro pasando por todas las tonalidades de grises).Encontramos un Plossu exquisito, delicado y refinado centrado en mostrarnos una sucesión de obras que escapan del reportaje, encuadrándose sin embargo en una intemporalidad mística y misteriosa.
Este fotógrafo, nacido en Vietnam del sur, es un “Poeta de la imagen” que tiene marcadas referencias del fotógrafo americano Amsell Adams, sobre todo, evidentes en las fotos de formato 7,5 x 11,4 en la que prepondera el carácter intimista, los juegos de texturas y los negativos impecables.
Hay un hilo conductor que nos guía a lo largo de toda la exposición y que podría resumirse en un “Viaje entre luces y sombras”. Este juego de contrastes se traduce en una fantástica depuración de líneas que trasladan al espectador a la búsqueda de su parte mas intimista, decrépita y solitaria.Desde la observación, es sencillo representar mentalmente las imágenes que nos sugieren las propias fotos, Plossu tiene una gran capacidad para dirigir la mirada del espectador. Por ejemplo: En las montañas podemos entrever horizontes marinos, incluso mares poblados de lomos de ballenas; en otros casos, en un desierto podemos imaginar el desnudo de una mujer. Se trata siempre de fotografías que invitan a la creación de palabras y por ello la comparativa de Plossu con un “Poeta de la imagen”.
En el caso de las fotografías de formato pequeño el objetivo es invitar a sensaciones de recogimiento y concentración, el autor busca una mirada espiritual de los paisajes hasta confluir en un punto etéreo que se nos escapa de las manos.En cambio, las fotografías de formato mas grande buscan la creación de algo anodino mediante el juego de planos, el despiece de texturas y las sensaciones de relieve conseguidas con los juegos de sombras.
Aparece aquí un viajero que no busca lo pintoresco, sino la conmoción de una naturaleza muy interior. Se resta importancia a la figura humana ya que el hombre aparece como un ser misterioso dentro de la grandiosidad de la naturaleza; claramente se puede observar este concepto en una foto de autorretrato, basada en el arte del desenfoque, ubicada en la tercera sala.
Plossu se atreve con difíciles juegos de luces (por ejemplo partiendo de un cielo completamente blanco sobre montañas igualmente blancas) con los que la mayoría de los fotógrafos no se atreverían. Esto da una idea de lo mucho que cree en lo que hace y de su gran capacidad para sacar partido a todo lo que cae en sus manos. De un cielo dramático y plano puede configurar una foto misteriosa y llena de encanto.Entre las imágenes de formato 18 x 27 encontramos algún “Bodegón de la naturaleza”; por ejemplo, la foto de una torre clásica, junto a una torre eléctrica en la que se pone de manifiesto un discurso en el que se funde el paso del tiempo.
Para finalizar, cabe destacar principalmente una sucesión de imágenes de espacios abiertos y arquitecturas de la naturaleza en las que se dialoga suavemente del blanco al negro con gran tranquilidad, no aparecen grandes contrastes y lo fundamental a tener en cuenta es la composición.Recomendado para sibaritas de la fotografía que quieran navegar por un mundo de oscuras sensaciones.
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De Anton -