NOS HAN ROTO LA PAZ

Ayer, los españoles nos despertamos con la desagradable sorpresa de una nueva columna de humo obra de ETA. Al desaparecer el humo, afloraron otra vez la destrucción y la desolación que todos teníamos adormecidas en nuestra memoria, tres años dan para relegar a un rincón las imágenes que un día estremecieron nuestras retinas. Pero ayer, los recuerdos se tornaron frescos y cercanos.

Hacía varios meses que la banda armada venía amenazando con atacar de nuevo pero o bien no quisimos escucharlo o bien nuestros mandatarios tampoco lo escucharon y nos transmitieron un sentir de tranquilidad muy lejano a la realidad.

“Hoy estamos mucho mejor que hace un año”, afirmaba Zapatero sólo un día antes del atentado en Barajas. “Hoy estamos peor que ayer”, aseguraba 24 horas después. Es bien cierto que la figura que nos brindó ayer nuestro Presidente no se aproxima para nada a lo que los ciudadanos necesitaban; un dirigente con mano dura y bastón de hierro que se echara a la espalda las circunstancias y actuara con determinación. Sin embargo, lejos de hacer leña del árbol caído, creo que no es momento de atacar al gobierno y recordarle sus errores. Se esperaba mucho más de Zapatero pero hay que tener claro que no es el Presidente quien pone las bombas, no es él el responsable de la masacre, la única responsabilidad debe achacarse a los terroristas. Y ahora más que nunca es momento de permanecer unidos, sólo una democracia unida puede hacer frente al frío de los aceros.