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El encendedor era rojo

Hoy los reportajes han ido de conejos y conejas. Que nadie piense mal, pero me he pasado toda la mañana rodeada de la familia al completo de Bugs Bunny. “Aquí huele a conejo revenido”, decía el andaluz recién estrenado tras su asueto. “Pues el mío no huele mal”, le contestaba yo con una sonrisa de oreja a oreja –me refería a bizcocho- por supuesto…Horas y horas hablando de piensos, semen ‘conejil’ –inseminaban a los animalitos- etc… apasionante. Luego reunión con el único ser que conozco al que se le mean los conejos encima sin miramiento alguno. Era un día para cortar las dos orejas y el rabo.

Y es que este año, gracias a dios, voy a hacer lo único que me apetecía hacer: deportes. Y el chico orinal y yo hemos mantenido nuestra primera cita laboral (esto sí que es nuevo). Brainstorming, lo llaman, tras varios minutos, incluso horas, lloviendo historias poco deportivas. Qué sería de mi sin esas historias 'poco deportivas'... Y la mesonera de nuestros amores va a viene y como diría uno que yo sé “flipa en pepinos de colores…” Y no es la única, aquí el que no flipa se encarga de meter los pepinos por el C_ _ O a diestro y siniestro.

Hay días que te cebas con los guiris con esos ataques frontales a bocajarro que lanzas”, me ha dicho el Iñaqui, el otro mesonero de mis amores, entre café y café. Será que la ironía me invade por momentos. Mejor irónica que iracunda, ¿no?

Y encima recuerdo que “del amor al odio hay un paso” y en mi caso puede que tan solo haya un pequeñísimo brinco. Es la frase de hoy, la frase de la semana. Supongo que hay ocasiones en las que la ironía no me invade, me puede y otras veces, la sinceridad me mata…

Y además de conejos, cafés y reuniones en las que estreno ilusiones renovadas, hoy aparece un enano (un metro más o menos)  rojo que enciende la pipa de la paz. Buena falta nos hace a todos llevar a mano un mechero por si la pipa se apaga. Hacer de encendedor no era el cometido del enano, ni mucho menos. Llegó al mundo antes de que la ciercera se llevara aquellas cenizas que mantenían el calor en el hogar. Pero bueno, ¿quién nos entiende?

Ya lo dije una vez, el tiempo pone a cada uno en su sitio. Tarde o temprano las cosas caen por su propio peso, el reloj de arena se agota, la manzana de Einstein se hace papilla contra el suelo…y nosotros solo podemos mirar y mirar e intentar que nunca falte un enano rojo para poner las cosas en su sitio.   

2 comentarios

Smi -

Es guapa esta chica ¿no?.

Pitufo Cantinero -

¿la manzana de einstein es la que se le cayó en el agujero negro a newton o todo esto no es más que una historia del tiempo?

con una física hemos topado, asi que respetaremos la quimica...que cuando es roja saltan chispas y cuando menos te lo esperas un post-it te quita el cinturón.

Como cantaba el bueno de Rot, al final todo todo todo es mentira. O tal vez sólo relativo. Pero qué bien se está con todo otra vez encendido