Abocada al Subterfugio
Esta soy yo hoy, esta era yo ayer y, muy probablemente, esta seré yo mañana. Un auténtico saco de virus. Pero no importa, el sol sigue saliendo para todos.
Pero cuando cae la tarde, y me saluda la media luna, me atormentan esas pesadillas en las que me persigues, metralleta en mano, y no me dejas en paz hasta que caigo al vacío. Entonces me recogen tus brazos y me acunas. Me meces dulcemente hasta que el sueño me vence de nuevo.
Corro ahora sumida en la oscuridad de la semiinconsciencia y cuando llego al final de túnel, me atrapa una luz, tu luz. Ese halo que te envuelve cada vez que me miras. Alargas la mano, siento que vas a rozarme y en lugar de una caricia me rompe el alma un renuncio, tu renuncio. Y se me escapa una lágrima que desliza entre tus dedos. Entonces sí la besas. Pero es la sal de mis sueños y desaparece entre tus labios para no volver nunca.
Y así, entre sueños, pesadillas y algo de fiebre me acuerdo de una princesa sin reino, de una muñeca rota, de una niña tonta con pánico al compromiso. De una princesa abocada al subterfugio.
3 comentarios
Smi. -
Besssssitossssss
Psycho ZGZ -
Para los virus...prueba la equinácea y me cuentas ;)
elprincipiodelfin -
me ha encantado saquito de virus :)