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Perdidas en la calle del pecado

Verano EXPO, sin vacaciones, sin tiempo para mucho más. Al final quedaron cuatro días colgados en el calendario y una amiga me rescató de las orillas del Ebro, para llevarme a orillas del mediterráneo. Mucho mejor. Viaje en plan Thelma y Louise (aunque al final éramos tres, hubo espacio para otra Thelma).

Yo bebí de aquellos días con verdadera ansiedad. Necesitaba cambiar de aires y los de Sitges me vinieron como agua de mayo. En el hotel, en la arena, en los garitos: mucho niño mono, pero ninguno solo – y todos gays, ese lugar es un verdadero desperdicio para las almas femeninas-. Pero encima hubo suerte y encontramos un Brad Pitt en nuestra aventura particular. Había hecho un alto en el camino y nos esperaba con su seductora sonrisa en “La calle del pecado”. Quien le iba a decir a mi madre que terminaría conociendo a ese Brad Pitt condal con especial habilidad para hacer diana a golpe de cerveza.

“Me gustan tus zapatos, tienen clase”, como un tomate…

“Te he visto aparecer con ese vestido blanco y yo diría que estoy viviendo una escena de Sex and the City”, como dos tomates…

Meses después, en medio de una espectacular tormenta navideña, se repetiría esta escena. El eterno retorno nos persigue toda la vida.

Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.
Si quisiera vivir de placer
me buscaba un amor de cantina.
Si quisiera vivir de placer
hay para toda la vida...

Fueron días de largos paseos con el mar de fondo de pantalla. Fueron días de paellitas, de risas, de partidas de guiñote sobre la arena y sobre todo de absoluta despreocupación.

Ha pasado casi un año de aquello. Hoy necesito de nuevo beberme un cachito del mar que baña Sitges. Los días son muy largos, las noches muy cortas y hay que ayudar un poco al infame destino. De manera que nada de brazos cruzados. Cojamos mi pequeño pitufo azul y abróchense los cinturones que nos vamos a conquistar los mares del este.

Ya sé que es el día de la madre, pero tengo licencia. La vida me da poco tiempo y tengo que subirme a este tren. Y no sé, pero me da que tengo por delante varios meses de trenes, de estaciones y de viajes a las estrellas. "La espera ha terminado".

PD: Te quiero mamá ( ya ves que no solo lo digo por la tele).

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